Si deseamos decantarnos por la originalidad y darle una sorpresa a nuestro hijo con una lámpara imaginativa, es esencial meditar primero en el género de iluminación que deseamos para su dormitorio, en tanto que el diseño no debe supeditar la auténtica función de una lámpara.
Yo me decantaría por una opción alternativa unisex (cobijando de esta forma la posibilidad de reutilización) y temática animalística, espacial, o bien sobre deportes, viajes y transportes. El motivo es lo de menos, lo interesante es que en prácticamente todos los casos la bombilla quede al aire y nada obstruya la difusión lumínica: Te puedes decantar por una lámpara de halógenos, si la habitación asimismo sirve como espacio de estudio, por bombillas blancas de bajo consumo, que fortalecen el aspecto orgánico y “naif” de los diseños y garantizan una iluminación cálida y limpia, o bien por apliques con pantalla de cristal si el techo es bajo, más deseamos lograr una distribución homogénea de la luz.
Las bombillas tipo balón no son asequibles mas tienen larga duración, ofrecen mucha luz con respecto a lo poco que consumen y resultan sinceramente ornamentales. Si aparte del aporte luminoso y su carácter ornamental deseamos incluir un valor añadido a la lámpara, existen modelos pedagógicos como los que reproducen la bola del planeta o bien el que ayuda a nuestros hijos a aprender el alfabeto. Para pequeños creativos (o bien no tan pequeños), me ha llamado la atención un modelo en polipropileno blanco o bien negro, de estilo retro y personalizable desarrollado por Chen Karlsson, que incluye un orificio para cobijar nuestros pequeños tesoros bajo el foco de la luminaria, desarrollada para no producir calor sobre los objetos.
La imaginación, es un ingrediente imprescindible en las habitaciones de los pequeños de la casa. Pues los colores, la ilusión y el divertimento tienen que estar siempre y en toda circunstancia presentes en ese espacio.
Cada accesorio, cada rincón, cada pieza, grande o bien pequeña, ha de estar concebida para que se sientan en su dormitorio como en su reino. Y no es trivial pues si hablamos de las Lamparas infantiles, son las que van a alumbrar sus tardes de invierno; sus instantes de juego ya antes de irse a dormir; y sus deberes.
En este campo asimismo te sugerimos que apuestes fuerte por los motivos coloristas. Y, a ser posible, que se relacionen con sus intereses, sus juegos preferidos, los colores que inspiren sus sueños. Y, como es natural, que no rompa con el resto de la decoración de su habitación.
Por poner un ejemplo, en Buo Kids existe una serie de lamparas infantiles colgantes inspiradas en la naturaleza, como complemento idóneo para los espacios dedicados a los pequeños.
Están confeccionadas de un papel de alto gramaje, con un suave brillo metálico. Y están disponibles en 6 colores suaves que armonizan con decoraciones naturales: Sombra, Mostaza, Azul, Verde, Violeta y Rosa.
Otra alternativa de exactamente la misma firma son las lámparas con doble pantalla. La superior está adaptada con el nombre del pequeño, que se pone en la parte delantera y en la trasera. Para la inferior se puede seleccionar entre 6 tonos: Violette, Olive, Sombra, Mandarina, Lime o bien Bloom.