La contratación de préstamos para adquirir casa sigue con su escalada por una ruta marcada por productos a interés fijo y un Euribor negativo.
El crédito para la adquisición de una residencia ha continuado fluyendo a lo largo de dos mil diecisiete (como ya ocurriese en dos mil dieciseis tras años de profundo declive del mercado hipotecario) y el costo de este ha ido bajando de la mano de la pujanza del tipo de interés fijo. Además de esto, como el resto de indicadores relacionados con el ámbito inmobiliario, la concesión de préstamos se ha ido moderando con el paso del tiempo tras un boyante dos mil quince y también comienzo de dos mil dieciseis. De los aumentos interanuales en el número de firmas de hipotecas baratas en el ambiente del treinta por ciento se han pasado a incrementos sostenidos y más equilibrados del diez por ciento.
Estos distantes porcentajes positivos responden primeramente, conforme los expertos, a un rebote inicial desde niveles misérrimos del mercado (solo se sellaron ciento cincuenta y tres mil ochocientos cuarenta y ocho hipotecas en dos mil catorce) y, más tarde, a un desarrollo normalizado en la contratación de préstamos. La mejora de la economía por norma general y del empleo particularmente estarían tras este despegue del crédito con el permiso de la banca, que a lo largo de un tiempo se mostró reluctante a abrir el grifo de la financiación espantando a los clientes del servicio con diferenciales superiores al cuatro por ciento.
Aquel tiempo pasó y en la actualidad el mercado hipotecario se ha dado la vuelta. Desde dos mil quince se postula como un mundo alcanzable si se tiene trabajo y atrayente para los prestatarios, con tipos de interés a abonar históricamente bajos, tanto en productos a interés variable como fijos, que han seguido ganando cuota de mercado a paso de gigante en dos mil dieciseis. En estos instantes, puede contratarse una hipoteca variable con un diferencial aun inferior al uno por ciento.
Pero lo más resaltable es, indudablemente, que hay ofertas de préstamos a un tipo fijo de por vida con un costo en el ambiente del dos por ciento , lo jamás visto.
En este punto, mención singular merece el Euribor, que marca el costo a abonar en la mayor parte de hipotecas variables, dos mil dieciseis va a pasar a la historia como el año en el que este índice de referencia cotizó por vez primera en negativo: entró en números colorados en el mes de febrero (-0,008 % ) y ha acabado noviembre en el -0,074 por ciento.
Fuente: Ferco Gestion