¿Cómo definiríamos la sociedad mercantil? Un contrato entre uno o más individuos para unir recursos, como dinero, bienes o industria, con el objetivo de desarrollar un proyecto económico y conseguir beneficios. ¡Es necesario tener presente que un contrato así requiere un objeto, un acuerdo y una finalidad! El objeto de este tipo de contrato son las aportaciones de los participantes, ¿pero qué hay de la voluntad? Claro, debe estar garantizada por todos los involucrados, quienes deben tener capacidad jurídica y la habilidad adecuada para ejercer. Finalmente, todos ellos deben estar enfocados en una misma causa: conseguir el éxito mediante la consecución del objetivo común y ejercer una actividad lucrativa que esté de acuerdo con las regulaciones de la ley. ¿Harían realidad esta sociedad mercantil?
¿Quieres saber cómo funcionan las sociedades mercantiles? Aquí están los principales tipos para que ustedes, como futuros empresarios, puedan tener una idea.
Tipos de Sociedades Mercantiles
La Sociedad Colectiva es cuando todos los socios trabajan y responden juntos por la consecuencias de sus acciones. Si quieren modificar el contrato social, necesitan el consentimiento de todos los miembros de la compañía a menos que haya un pacto previo que indique otra cosa. Los resultados se reparten en base a la proporción del interés que cada socio tiene en la compañía y las pérdidas son imputadas de igual manera entre los socios excluyendo a aquellos con un papel más industrial (si existiesen).
La Sociedad Comanditaria Simple es una sociedad económica donde los socios comanditarios tienen responsabilidad limitada, y los colectivos lo hacen de forma ilimitada. Los socios colectivos son quienes realizan la gestión de la sociedad, ya que los comanditarios no pueden llevar a cabo ninguna acción administrativa. A la hora de repartir los resultados se aplican las mismas reglas que en una sociedad colectiva, pero hay que tener en cuenta que el socio comanditario solo participará en las pérdidas hasta el importe de su aportación inicial.
La Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL o SL) es un tipo básico de sociedad perfectamente adecuado para las Pymes debido a sus condiciones, pero que también puede ser utilizado por grandes empresas. En estas sociedades el capital se divide en participaciones sociales entre los diferentes socios, quienes no responderán personalmente ante las posibles deudas sociales. Se trata de una sociedad cerrada ya que presenta ciertas restricciones a la hora de transferir la condición del socio.
Existen otros tipos diferentes de sociedades, como la Sociedad Anónima (S.A.), la Sociedad Comanditaria por Acciones (S.Com.p.A.) y las Cooperativas. Cada uno tiene sus propias características y ventajas, así que es importante investigar cuál es el mejor para usted antes de tomar una decisión.
Desde una Mutua de Seguros, con un objetivo de seguro recíproco entre sus contribuyentes, una Sociedad de Garantía Recíproca con naturaleza mutualista y capital variable, hasta una Agrupación de Interés Económico que facilita el desarrollo de sus miembros. Estas son algunas de las formas típicas de sociedad más prevalentes hoy en día. ¿Quieres profundizar en el conocimiento de cada una de ellas? ¡Conoce las normativas específicas y los procedimientos a tener en cuenta para la constitución de cada una revisando el artículo de sociedades mercantiles de apfconsultores.es/todo-lo-que-necesitas-saber-sobre-sociedades-mercantiles/ ¡Plantea todas tus dudas y no dudes en informarte para tener los conceptos claros!