¿Podemos dormir con lentes de contacto?

lentes de contacto

De entrada no se debería continuar más de ocho horas seguidas con las lentes de contacto puestas, con lo que no es conveniente dormir con lentillas en ningún caso.
Las lentes de contacto hacen que los ojos se oxigenen menos y que se produzca un menor flujo lagrimal. Además de esto, acostumbran a provocar un roce prolongado en la córnea. La suma de estos tres factores, puede llegar a provocar desde inconvenientes leves como secreciones mucosas, irritación o bien sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo, hasta nosologías de gravedad como infecciones de la córnea, desarrollo anormal de los vasos sanguíneos o bien conjuntivitis.

Lentes de contacto de nueva generación
Actualmente, existen lentes de contacto, en general blandas y desechables, confeccionadas con materiales singulares, con una mayor proporción de agua, que dejan un paso de oxígeno considerablemente mayor, lo que en parte solventa los inconvenientes previamente descritos, mas todavía de esta forma, es enormemente aconsejable no dormir con ellas puestas.

Los cuidados de las lentes de contacto
Aparte de intentar no dormir con ellas, las lentes de contactos precisan de otra serie de cuidados:
– Tanto los ojos de las personas que las utilizan como las propias lentes de contacto deben ser revisadas periódicamente por un oculista.
– Estar atentísimos a cualquier defecto o bien ruptura de las lentes de contacto y en el caso de advertir alguna anomalía, dejar de utilizarlas inmediatamente.
– Adecentar las lentes de contacto y su contenedor de forma adecuada: siempre y en toda circunstancia con agua destilada o bien con los líquidos higiénicos recomendados por el fabricante.
– Jamás ignorar los signos de advertencia de que puede haber un inconveniente con las lentes de contacto: conjuntivitis, irritación, infecciones, visión turbia o bien sensibilidad a la luz.
– En el caso de síntomas graves, asistir inmediatamente al oculista.

De qué forma decir adiós a lentes de contacto y gafas
Existe la posibilidad de corregir muchos defectos refractivos (miopía, hipermetropía y/o astigmatismo), recobrando de esta forma una buena visión sin precisar gafas correctoras (gafas o bien lentes de contacto) a través de técnicas de cirugía refractiva.

Tras décadas realizándose y gracias a un enorme desarrollo tecnológico, en nuestros días, esta clase de intervenciones se consideran la opción mejor para solventar los inconvenientes de miopía. hipermetropía y/o astigmatismo por la suma de sus espléndidos resultados con un peligro mínimo.

Todas y cada una de las técnicas son seguras, indoloras y fáciles. A lo largo de la intervención se utiliza anestesia local en forma de colirios (gotas) y, con posterioridad a exactamente la misma, se pueden apreciar ciertas molestias afines a una mancha de polvo en el ojo o bien una ligera presión.

Cuando se emplea la técnica Lasik, que es la más frecuente y recomendada, la restauración visual es rapidísima y el paciente se marcha a casa al poco tiempo con una buena capacidad visual, que va mejorando con el paso del tiempo.
En ninguna de las técnicas láser son precisos puntos de sutura y los cuidados postoperatorios son escasos y sencillos: a lo largo de las primeras horas el paciente debe mantener los ojos cerrados el máximo tiempo posible y eludir frotárselos.

 Asimismo va a deber aplicarse una serie de colirios en casa a lo largo de los primeros días y eludir actividades en las que pudiese dañarse los ojos, mas en cuanto al resto va a poder hacer vida normal.

En lo que se refiere a las revisiones, la primera se efectúa en las veinticuatro primeras horas, la segunda por semana, la tercera tras un mes y, más tarde, se efectúan múltiples controles hasta el alta médica, que se acostumbra a ser tres meses tras la intervención.